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Cordoba capital, Cordoba, Argentina
La Red de Comercio Justo es un espacio de comercialización que surge en el año 2001 a partir de una experiencia conjunta del Movimiento Campesino de Córdoba y estudiantes de la Universidad Nacional. Buscamos construir entre todos una relación más justa entre trabajo, producción y comercialización, que permita: - al productor la subsistencia, el desarrollo de su familia y su organización; - al consumidor beneficiarse con un producto artesanal y sano; - al vendedor una salida laboral; desde una lógica de comercio alternativa al modelo neoliberal y cercana a la economía social.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Portadas de Peliculas MCC




Otro Gallo Cantará: La construcción del Dique pichanas dejó a un centenar de personas sin agua y modificó su forma de vida. Programa Piloto. Capitulo 1: “La margen Izquierda”. Conducción Quique Pessoa. Realización: MNCI Mov. Nacional Campesino Indígena. Argentina – 2004 [27 minutos]

Campesinos: El MOCASE, APENOC y UST son organizaciones campesinas que luchan y comparten una forma de organización con un denominador común; una fuerte identidad campesina, la autogestión, la autonomía política y el carácter horizontal de los procesos de decisión. Los campesinos de Argentina defienden sus derechos: a la tierra propia, al agua, la salud, a una vida digna; manteniendo su identidad cultural y modos de producción. CAMPECINOS es la voz que no se escuchaba. Guión, Realización y producción: Ana Ferillou, Miguel Magud, Verónica Mastrosimone. Argentina - 2004. [52 minutos]







Y sanará la tierra: Experiencia de mujeres campesinas en Movimiento. Realizado con el apoyo del PROAPS. Argentina – 2004

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Como soñamos el Comercio Justo

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Conociendo a la Red



Conociendo a la Red Comercio Justo del Movimiento Campesino de Córdoba






La Red es una propuesta organizativa para construir entre todos una relación más justa entre trabajo, producción y comercialización, que permite:
- al productor la subsistencia, el desarrollo de su familia y su organización;
- al consumidor beneficiarse con un producto artesanal y sano;
- al vendedor una alternativa laboral.
A través la Red defendemos el comercio justo y la soberanía alimentaria.


"La soberanía alimentaria es el derecho que tenemos los pueblos de decidir sobre nuestra alimentación. Tenemos el derecho de decidir qué y cómo producir, por eso utilizamos los frutos del monte, la cocción a leña y las recetas familiares transmitidas por generaciones. No consideramos nuestros productos como una mercancía según lo establecen las leyes del mercado, lo cual implica no producir en serie porque algo “venda” más, sino tener en cuenta la biodiversidad y el modo de producción propia de las tradiciones campesinas. También tenemos el derecho de elegir qué consumir. Para esto necesitamos conocer y ser conscientes de lo que comemos, cómo, en qué condiciones y quiénes lo elaboran."


Un poco de historia...
La Red Comercio Justo surge en el mes de septiembre del año 2002 a partir de una necesidad de los integrantes de la organización campesina APENOC (Asociación de Productores del Noroeste de Córdoba) relacionada con la comercialización de cabritos. Tradicionalmente la venta de cabritos estuvo mediada por los “cabriteros”, intermediarios que compraban los cabritos a los campesinos a muy bajos precios para venderlos luego con un gran ganancia.
A partir de ese problema se planteó la necesidad de buscar una alternativa de comercialización, lo que se logró a través del contacto de APENOC con una organización estudiantil de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Córdoba, con la que ya tenían contacto. El objetivo de la Red fue desde el primer momento lograr una forma de comercio justo que permita equilibrar la cadena de comercialización, evitando que el mayor ingreso se lo lleve el intermediario, para que el campesino reciba un precio acorde al valor de su trabajo. En ningún momento se buscó cortar el vínculo con el cabritero, pero sí que la relación sea más equilibrada de tal modo que cada uno gane de acuerdo con su trabajo. Para que esto sea posible un grupo de estudiantes –que ya tenían contacto con APENOC- comenzaron a vender los cabritos en Córdoba, y, de acuerdo a los objetivos originarios, cada vendedor comenzó a cobrar un porcentaje del precio final de venta.
Para sus miembros, la red no es sólo una estrategia de comercialización; es sobre todo una herramienta que tienen los productores campesinos para discutir y decidir a cuánto vender sus productos, a quien, y dar valor al trabajo comunitario más que lo económico.

¿Cómo se estructura?
La Red Comercio Justo trabaja con 6 organizaciones campesinas: APENOC, Serrezuela, UCATRAS (Unión de Campesinos de Traslasierras), OCUNC (Organización Campesina Unida del Norte de Córdoba), Quilino, UCAN (Unión Campesina del Norte), UCOS y CDE (central de cruz del eje). Estas organizaciones agrupan alrededor de 1000 familias campesinas. En la ciudad de Córdoba, los integrantes de la red (estudiantes y trabajadores) acopian y distribuyen productos en varios puntos de venta (Feria Laprida, la Mazamorra, Comedor Universitario).
Los productos que se comercializan por medio de la Red son cabrito, faenado, fresco y no congelado, arropes de algarroba, de tuna, de mistol y de miel. También se comercializan dulces, que se hacen de acuerdo a la fruta de estación: naranja, zapallo, batata en almíbar, zanahoria, sandía, etc., miel pura de monte, dulce de leche de cabra y de vaca, Salsa de tomate, verduras en vinagre, escabeche de cabrito.

Cada organización campesina tiene un delegado, aunque también hay delegados –dentro de cada organización- por productos (dulce de leche de cabra, dulces, miel, cabritos). La función del delegado es ser un referente, un contacto de la organización o del productor para el resto de los miembros de la red, para actualizar la información de cuándo se va a producir, cuánto, cómo, coordinar fechas de entrega en Córdoba
y también mantener al tanto a los integrantes de Córdoba de cómo se está viendo desde el campo la tarea.

La red se reúne semanalmente en asamblea y allí se toman todas las decisiones necesarias y se programan y dividen tareas.



¿Cómo funciona?
La Red comercio justo constituye una red de tipo horizontal, altamente integrada a nivel interno entre participantes simétricos, sin jerarquías manifiestas entre ellos, con iguales derechos, obligaciones y participación en las actividades necesarias para el desenvolvimiento de la red.
El diálogo, el consenso y la confianza son las bases de su funcionamiento. La idea es que todos estén conformes, y se respeten las decisiones que se toman teniendo en cuenta estos principios.
Las principales decisiones que se toman, y que se van institucionalizando como normas, tienen que ver con:
El proceso de producción. En el que caso del dulce de leche, si bien la producción se realiza a nivel de cada comunidad, se trata de hacer una receta en común, para producir lo mismo, de la misma forma.

En cuanto a la presentación de los productos también se busca el acuerdo. Además del comercio justo la idea es vender un producto de calidad, para valorar el trabajo de las organizaciones campesinas y la cultura campesina. En el cabrito, la presentación incluye un embalaje de bolsa y caja, en la que se adhieren dos etiquetas: en una hace referencia a la organización de donde proviene el cabrito (las dos que producen son APENOC y UCATRAS) y en la otra lo que es la red de comercio justo.



También se fijan acuerdos comunes sobre cómo envasar los dulces y cuidar la higiene. En todos los productos que comercializa la red hay un sello en la etiqueta en donde se identifica quien y dónde la produce (en caso de que haya algún lote que sale mal saber y ver por que salió mal). Detrás de cada producto hay un mensaje de la organización, por lo que es importante consensuar la calidad y presentación de los mismos.

Si bien las actividades de comercialización de la red son continuas, hay momentos en los que esos lazos se activan con más fuerza, como por ejemplo, durante la “campaña” de cabrito. Se acuerda una fecha en la que se hará la campaña y se avisa a los miembros de la red en Córdoba para que comiencen a vender. La venta se realiza mayormente “de boca en boca”, cada vendedor tiene su clientela formada a los que contacta cuando hay campaña. Los cabritos se recogen en el campo y por medio de un acuerdo, un frigorífico lo mantiene de 2 a 3 días en cámara de frío, se le da la aprobación del SENASA, los transportan a Córdoba y después se distribuye de acuerdo a lo que cada miembro tiene reservado para que sea comido fresco (no congelado).

Características de los miembros de la Red Comercio Justo
La Red Comercio Justo está integrada básicamente por productores organizados y vendedores.

Está abierta a la participación de nuevos integrantes, tanto productores como vendedores.

El ingreso de los nuevos miembros tiene como único requisito participar en las reuniones de modo que se pueda ir generando la confianza con el resto de los integrantes la Red.

Mas que un Precio Justo...
Aunque la principal preocupación de la Red Comercio Justo sea mejorar la situación económica del productor, también damos mucha importancia a su desarrollo social, a la educación y a sus costumbres.


También son comunes los cursos de capacitación. En general surgen de las necesidades de cada organización, pero se les avisa a todas las organizaciones para los que estén interesados en hacerla, y el capacitador va pasando por las organizaciones interesadas. También pasa que los mismos productores cuentan su experiencia de cómo producir a nuevas organizaciones o a organizaciones que quieren empezar a producir algún producto que los otros ya hacen, y entre ellos mismos van haciendo las capacitaciones.


También hay normas comunes respecto de la higiene y calidad, que depende de cada producto. La Red está trabajando para certificar la calidad en materia de bromatología para los dulces. La propuesta es capacitar a los mismos productores, para que ellos desde las organizaciones sean los que se encarguen de controlar la producción y puedan gestionar el permiso de bromatología.


El comercio justo implica que en toda la cadena de comercialización haya una distribución equitativa de la ganancia, donde se establece una relación más justa entre producción y comercialización. De esta manera, definimos y decidimos con las familias campesinas el precio justo de los productos teniendo como insumo fundamental el valor de nuestro trabajo. Evaluamos y construimos en conjunto diferentes estrategias de comercialización como la venta sin intermediarios que nos permite construir una relación más directa entre productores y consumidores.


Logros de la Red Comercio Justo
Se logró un precio justo para los productores, especialmente en el caso del cabrito, ya que el productor pasó a recibir por cabrito entre $30 y $34, a diferencia de los $9 que recibía vendiéndolo al cabritero, precio que hoy ronda entre los $69 y $65 . Entonces se logró que el cabritero, y los mismos campesinos, se dieran cuenta de que hay otra forma de vender, que el trabajo vale, que se puede vender más a mayor precio y, en consecuencia, el mismo cabritero tuvo que empezar a pagar más por cada cabrito. Sin romper la cadena tradicional de comercialización fue posible equilibrar la ganancia y lograr que se pague un precio justo.


También es un logro para los integrantes de la Red la autonomía de los campesinos, porque además de valorar su trabajo, un trabajo sin patrones, pueden decidir a quien vender, cómo producir, a qué precio. Además se trabaja con el principio de soberanía alimentaría, de producir lo que los campesinos quieren.


El intercambio de experiencias y de trabajo con otras organizaciones también es una ventaja que ha conseguido la Red.


Finalmente, la Red también es una herramienta de trabajo para los integrantes que venden en Córdoba, no solamente una obra de solidaridad.



El Movimiento Campesino de Córdoba (MCC) lo conformamos familias campesinas y cumpas en la ciudad que trabajamos organizados. Seis son la organizaciones que lo conforman, las cuales se ubican en el norte y noroeste de la provincia de Córdoba y son: UCATRAS (Unión Campesina de Traslasierra), APENOC (Asociación de Productores del NorOeste de Córdoba), OCUNC (Organización de Campesinos Unidos del Norte de Córdoba), UCOS y familias de la zona de Cruz del Eje y UCAN (Unión Campesina del Norte).

Atravesados por las desigualdades que vivimos día a día como la concentración de la tierra en pocas manos, la inequitativa distribución del agua, la falta de recursos para la salud y la educación, decidimos apostar al trabajo comunitario y a la organización.

Creemos que es la construcción colectiva la que nos permite valorarnos humanamente y vivir con dignidad, generando otro tipo de relaciones entre nosotros y la naturaleza.

Defendemos la tierra porque es el lugar donde vivimos y trabajamos, la heredamos de nuestros abuelos y nuestros padres y se la pedimos prestada a nuestros hijos. Ella forma parte de nuestra identidad por eso la respetamos, la cuidamos ya que nos acerca al monte que nos alimenta. Por eso cuando hacemos nuestros productos no sólo va en ellos los frutos del monte sino también nuestro trabajo, nuestra historia, lo que somos, lo que queremos ser, nuestras conquistas, nuestras resistencias.

TIERRA

A través de nuestra principal actividad; la venta de los productos campesinos, transmitimos todo un proceso que es básicamente nuestra particular forma de acercarnos a la tierra. Creemos que el hombre es parte de la tierra, y viceversa, y que la producción, el cómo nos relacionamos con ella, cómo producimos legitima nuestra lucha por la tierra.

Nos basamos en los principios de respeto a la “diversidad cultural” y la “soberanía alimentaria”; defendiendo nuestro derecho a elegir qué consumir y cómo producir, estrechamente ligado a la idea de que “sin tierra no producimos”. Como Red estamos defendiendo la forma de producción campesina. Producción desde la diversidad, del resguardo de los recursos naturales y la pertenencia a la tierra no traducida a un valor mercantil. Defendemos la Soberanía Alimentaria también desde una economía social, un comercio justo, sin ejercer dumping y fortaleciendo los mercados regionales y locales.
Por otra parte, recuperamos la “memoria campesina alimentaria” cada vez que gente que se fue del campo encuentra en la ciudad el arrope que en el campo consumía.

TRABAJO

Como eje organizador de la vida de las personas, el trabajo y lo que entendemos con él, es parte también de una lucha; por revalorizar el trabajo de la tierra, que no sólo es producir, sino respetarla y cuidarla.
Algo históricamente característico del campesino ha sido ser dueño de su trabajo y la producción propia, así como también el trabajo comunitario. Este trabajo colectivo; juntarse a hacer dulce se aleja del marco individualista y el trabajo alienante, y por el contrario, apunta a un proceso de colectivizar la vida de uno, de revalorizar la cultura y la alegría a través del trabajo. La Red no es solo una estrategia de comercialización. Es sobre todo una herramienta que tienen los productores/ as campesinos/ as para discutir y decidir a cuanto, como y a quien vender sus productos y esta es una práctica que enriquece el sentido del producto y revaloriza de trabajo comunitario. El “trabajo comunitario” se da en el campo y en la ciudad. En el campo organizándose en la producción; y en la ciudad, organizándonos con las diversas estrategias de venta y difusión.
De la misma manera, como Red enfocamos nuestro trabajo; dando sentido a la venta del producto y generando discusiones en los consumidores; creando conciencia en los compradores con respecto a la calidad orgánica y artesanal de nuestros productos, a las problemáticas de tierra, agua y salud, por decir algunas, que atraviesan su producción. Además apostamos a que el comercio justo se convierta en una práctica cotidiana y no una alternativa.


JUSTICIA

Creemos que a la justicia habrá que construirla entre todos, que la brecha entre los que tienen más y los que tienen menos tiene que desaparecer, que aquellos que tienen el poder de decidir y de hacer las leyes van a seguir conformando un aparato inaccesible que favorece los intereses de algunos pocos. Mientras que el aparato judicial y el ejecutivo se nieguen a reconocer la legitimidad de las luchas; por la tierra, la salud, el agua, la educación, la forma de producción, es imprescindible emprender un camino de desnaturalización, de cuestionar todo aquello que hemos interiorizado y establecido como justo.